jueves, 29 de mayo de 2008

Sin agua

Me muero por dentro, se me para el alma si imagino que te pierdo.
Me muero por dentro, en un río de espinas me naufraga el sentimiento.
Cuando te respiro, cómo te deseo!
Y cuánto me ahogo!, cuando no te tengo.

Soy como un océano sin agua si te vas, oleando a la deriva medio anclada, media vida.
Soy como la orilla cuando ya ha bajado el mar, con el rostro seco y triste, y el salitre a punto de llorar.

Me muero..., me muero si pienso que detrás de ti y de mí, ya no nos queda más que viento.
Me muero y no quiero, ni escuchar tu voz, ni que se encienda tu silencio.
Cuando te acaricio, cómo me conmuevo! y cuánto... y cuánto te añoro si te siento lejos!

Soy como un océano sin agua si te vas, oleando a la deriva medio anclada, media vida.
Soy como la orilla cuando ya ha bajado el mar, con el rostro seco y triste, y el salitre a punto..., de llorar.

Cuánto daño hacen todos los momentos!, que alguien me acaricie mientras yo te sueño!

Soy como un océano sin agua si te vas, oleando a la deriva medio anclada, media vida.
Soy como la orilla cuando ya ha bajado el mar, con el rostro seco y triste, y el salitre a punto..., de llorar.




R.Arbelo


De quién si no?

jueves, 8 de mayo de 2008

Paverías!


Vivo en un mundo azul, entre sombras y escasez de medios.
De medias sonrisas y carcajadas a media asta.
Un sitio en el que se me puso y que no elegí…
Vivo en el lugar donde me toca y me rodeo de buena gente, la gente buena que me importa.
Vivo al día sin límite de pensamientos y cada noche cuando duermo, viajo de la manera más rápida y barata.
Me acarician los minutos que me recuerdan que ya no soy una niña.
Me disfrazo de persona para salir a la calle y aquí en mi pequeño mundo, soy quien quiero ser, quien debo.
No miro por encima del hombro a nadie, ni yo soy digna de tal cosa ni el resto de hacerlo hacia mi persona.
Los jueves vuelvo a la vida, entre abrazos y sonrisas de aquellos que permanecen en el silencio durante la semana temida.
Tres o cuatro días siempre nos separan, esa es nuestra frontera.
Araño los minutos para saborear todo el flujo de esencias y colores que me depara mi presente.
Me siento bien con mi gente.
Me aferro a la única paz que me intuye solo con mirarle, me abraza en su pecho y tranquila muero en ese jueves, que ni es santo ni especial, simplemente el principio de mi anhelo.
Mi mundo en sus manos que acarician el rostro a veces cansado de esta que escribe.
La niña de mis ojos ya no es tal, es una mujer que a duras penas puedo evitar ver como tal.
Quisiera hablarle al tiempo de lo que llevo dentro, de todo lo que ahora ocupa el lugar que le corresponde, de lo bueno, que es mucho, y de lo malo, que cada vez es menos.
Prefiero callar y mirarles, oírles, reír con ellos y por qué no, de ellos también.
Mi gente, la que me hace reír, la que me hace sentir que nunca estuve tan cerca de ser más yo que nunca, sin condiciones y sin suposiciones.
Mis duendes y mis hadas.
Mis niños guapos y mis niñas bellas, que ocupan su lugar, el que deben.
Se os quiere mucho a todos.
A mi Duende y a mi Hada brujeril: os adoro!
Gracias.