Tal vez un día te levantes y creas que no hay motivo para hacerlo.
Algunas veces pensarás que tu familia es un coñazo y un muermo pero aún así, serán los únicos que estén allí siempre.
Tal vez tropieces con un montón de personas en algún lugar al que nunca pensaste que llegarías y que se convertiría en tu rutina con el paso de los meses.
Tal vez no comprendas entonces, en ese momento, que es lo que haces ahí metido ni por qué pero eso no importará pues las respuestas a las cosas buenas que te ofrece la vida, las de verdad, necesitan mucho tiempo para ser contestadas.
Hoy te he visto despertarte y llamarnos a todos los que sabes que estábamos en casa.
Hoy tienes dos años Al pero cuando pasen muchos más y nos vuelvas a llamar, tal vez algunos ya no estemos pero los que quedemos aquí cerquita de ti acudiremos igual de deprisa que hoy y si por una de esas casualidades de la vida soy yo la ausente, no lo dudes y grita bien fuerte mi nombre, como hoy porque donde quiera que esté, acudiré.
Espero... no, deseo con toda mi alma verte crecer y ver en el hombre bueno en el que te convertirás siendo lo que, y quien quieras ser. Esa será una aventura a la que no quisiera faltar.
Y cuando la magia desaparezca con el peso de los años, yo te mostraré el camino de regreso al principio de tus tiempos, de los de ambos.
Sólo tendrás que leer todo lo que te escribo a menudo y “como de casta le viene al galgo”, leer entre líneas porque aquí y en muchos otros retazos de papel hay mucho de mí y mucho para ti.
Sobre todo mi niño, que nadie te venda la moto.
Yo soy sólo lo que ves, nada más. Sigue mirándome de la misma manera cuando leas esto que como lo has hecho esta mañana, Pingüino.
Y no te sonrojes porque te ponga motes, ahora te hacen mucha gracia!
Un beso enorme y un ayyyyyyyyyyyyy! de esos que me das tan fuertes.
Feliz Cumpleaños!!!!
Por muchos, muchos más mi amor!
