martes, 29 de abril de 2008

Sabes?¿?¿? II 23 de abril

Me esfuerzo por no olvidar lo que sentí la primera vez que estuviste entre mis brazos.
Me esfuerzo porque no quiero olvidar nunca lo grande de aquel momento, un momento que fue única y exclusivamente tuyo y mío, nuestro primer momento. Y aunque sé perfectamente que tú no lo recordarás, lo haré yo por los dos.
Aunque esto llega una semana tarde, no me he olvidado de ti ni un solo segundo nunca.
Eres todo inocencia ahora y todo lo que sucede a tu alrededor es incomprensible para tu corta edad, y no sabes cuanto me alegro en parte de ello.
Hay cosas que no entiendes y que probablemente nunca lo hagas porque los adultos a menudo hacemos cosas incomprensibles, incluso para nosotros mismos.
La última vez que te vi, sólo querías estar entre mis brazos, escalándome, trepando por mi cuerpo y pisoteándome la cara a cada rato que dejaba de prestarte algo de atención. (Una cosa te vi a decir: esto te lo permito a ti por ser tú, pero no te me acostumbres!)
En tu última visita aquí, a la que ahora y desde hace dos años ya es mi casa, salimos juntos a dar un paseo.
No fue un paseo muy afortunado pero si fue nuestro primer paseo a solas.
Lo recordaré siempre porque durante los 20 minutos que estuvimos en “la caixa”, te quitaste 17 veces la bamba derecha. Estuviste a punto de acabar con mi paciencia y si no hubiese sido por esa cara que tienes y esa mirada de travieso que hace que se me caiga el alma a los suelos y suba de un plumazo a su sitio... (Otra cosa te voy a decir: esto no va a ser así toda la vida, eh? porque cuando crezcas y me toques las narices, ya conversaremos tú y yo de lo que es el respeto!)
Después de salir del banco, fuimos a comprar al Jumi. Algún día te explicaré quien es el tal Jumi…, de momento…, no hace falta!
Pues después de comprar un par de cosillas decidí que iba a hacer que te lo pasaras bien y te llevé al parque.
Es ese que hoy está justo enfrente de esta casa. Tal vez cuando seas mayor y si seguimos de esta forma en esta ciudad, en lugar de ese espacio de ocio para grandes y mayores, encuentres un rascacielos con cimientos de dudosa fiabilidad.
De momento es un parque , y esperemos sea así mucho tiempo más.
Ingenua de mi pensaba yo que estaríamos solos y supongo que era el pensamiento de muchas de las abuelas, abuelos y padres que había allí haciendo cola en los columpios.
Así que miré un poco más a bajo y vi los columpios de los niños más mayores que están abiertos, es decir que no son tipo cesta y me dije: “mira, si me cabe el culo ahí, nos subimos juntos”, así fue.
Al rato pensé que también estaría bien que interactuases con otros niños de tu misma edad así que nos fuimos hacia los columpios para bebés y para sorpresa mía, simplemente te limitaste a mirar con cara de asombro al resto de criaturas que jugaban correteando por allí.
Así que cuando te dejé en el suelo (no solo, aún no caminas solito), diste media vuelta y comenzaste a ir hacia las palomas que estaban intentando comer algún resto de pan . Pensé: “mira otro que prefiere relacionarse con animales antes que con personas, debe ser hereditario”.
Aún así fue algo devastador para mi porque mi espalda no está para ciertos trotes y tú…tú te crees que a la que das un par de pasos ya puedes correr y estas cosas…no funcionan de esta manera. Como todo lo importante en esta vida, requiere de un esfuerzo y paciencia. Todo a su tiempo Al.
Me reí mucho porque niña que pasaba por tu lado niña que se te quedaba mirando. Eso también es hereditario chato!
Hubo un momento en el que nos alejamos del carro y paseaban un par de abuelitas con una cuidadora.
Jo, te portaste muy bien! Te llenaron de halagos y dijeron que eras muy simpático al regalarles tus mejillas para que te besaran y una sonrisota de oreja a oreja. Eres un cielo!
Si alguna vez dudé de mi existencia en esta tierra, supongo que tú has hecho que recuerde el por qué merece la pena vivir en este mundo.
Mi niño lindooooooooo!
El sábado voy a verte para celebrar tu cumpleaños. Ya llevas entre nosotros un año!
Siento mucho no haber estado contigo ni el día en el que los cumplías ni tampoco cuando fue la celebración oficial pero, a medida que te hagas más grande, entenderás que hay cosas que para mi están muy por encima de otras y que tú siempre vas a estar muy pero que muy por encima de esas otras cosas, y por este mismo motivo, preferí que nuestra celebración fuera algo más especial, al menos para mi lo será.
Iré acompañada de alguien a quien ya conoces. Te hablo mucho de él cuando estás en casa. Es esa otra persona especial para mi, quien me hace reír, llorar y me proporciona la calma que tantas veces nos hace falta a los adultos.
Mi gordo guapo! Verás que bien nos lo vamos a pasar!
Ojala pudiese disfrutar de ti mucho más pero las circunstancias no lo permiten.
Así que cuando el momento lo permita, disfrutaremos todo lo que podamos los unos de los otros, porque así debe ser.
Al, un añito!
Un añito de vida, un añazo ya! Como pasa el tiempo niño!
Total, que son 30 años de diferencia entre nosotros? seré tu cómplice igualmente!
Feliz cumpleaños mi amor!

Te regalo unas palabras que no son mías pero las tomo prestadas para que cuando seas mayor y las leas, las tengas muy presentes porque todos pasamos por las mismas cosas:

Tengo tanto que contarte,
que he perdido y que no encuentro,
y entre algunas de estas cosas,
la frescura con que ideé mis planes la primera vez.
He perdido la sorpresa con que descubrí en la luna
mi cabeza, si se fue pensando en ti.
Y hasta el gusto de ser un irresponsable,
Cómo pesan las palabras!, cuando marcha uno detrás… (…)

Fernando Delgadillo

No hay comentarios: