viernes, 29 de febrero de 2008

Fumando espero...

Hoy es un buen día!
Mira tú!, que me he levantado como de buen rollito, fíjate!
Y esto no es cosa común en mi! No, porque yo por norma general me levanto como muy chafada, como con ganas de volverme a la cama, como de mala leche, osea..., que tengo muy mal despertar!
Lo que ocurre es que hay despertares y despertares!
Hay personas que hasta que no se meten el primer café del día, no son personas.
Hay quien si es fumador, acompaña el café con un cigarro y comienza a sentirse bien.
Hay alguna que otra persona, (que yo lo sé), que hasta que no se toma su segundo café no se le puede toser al lado.
A mi por ejemplo, no me hace falta café, no! No uso de eso yo, "no gutta a la nena!"
A mi por el contrario de muchas personas, me basta con un traguito de algún líquido frío, como agua, zumo de naranjita o coca cola (esto último me suele apetecer después de una noche de resaca y suele ir acompañado de un ibuprofenito), eso sí, no puede faltar bajo ningún concepto el cigarrito.
Ese primer cigarro de la mañana que te esfuerzas porque te siente bien, porque coño!, eres fumador/a, y es lo que hacemos los fumadores.
Es cojonudo, porque tiene su qué la cosa. En mi caso si me fumo el cigarro habiendo dado sólo dos sorbos a lo que esté bebiendo..., se me nubla la visión y me da un mareo acojonante pero yo venga, que no se diga..., otra calada! Viva al masoquismo, si de esta no te caes irás directa al wc!
AY! El maravilloso mundo del fumador, que asco! Nos pasamos la vida diciendo que tenemos que dejarlo y no hay forma humana!
Pero lo de tabaco es todo un mundo porque cuando te juntas con según quien y en depende que situaciones, fumas al ritmo que lo hace el otro, y te da igual que el otro se fume 40 cigarrillos al día..., pim pam, es un no parar!
Y luego llegan los momentos críticos que suelen ir precedidos de una larga conversación en el bar de turno. De esas charlas en las que o bien estas arreglando el país (ahora son las que más se oyen con eso de las elecciones), o bien es una de esas largas tertulias que no llevan a ninguna sitio.
Pues sí, porque resulta que estás hablando y bebiendo (porque son dos cosas que se pueden hacer de manera automática y casi sin pensar), y te enciendes tu cigarrito mientras te explayas oyendo al otro, le das un par de caladas y claro..., je!..., necesitas hacer un lapsus para abordar la conversación y poder hacer un inciso y darle otro traguito al cubata.
Depositas a tu amiguete compañero de fatigas de corta vida en el cenicero, mirándolo como diciéndole:...no te muevas que ahora vuelvo a por ti!, y coges tu vasito de tubo, traguito al ron y ale! a conversar.
El cerebro que el pobre está ya sobre saturado de tanto paliqueo y de tanto cubatazo, se percata de que antes tenías algo en las manos..., coño! un cigarro!
Pero como que está tan saturadito el susodicho, en lugar de indicarte que estás fumando te da otro tipo de orden: a ver...! chata enciéndete un cigarro y deja que tus neuronas sigan la fiesta!
Y allí que vas automáticamente a por el paquete de tabaco.
Te enciendes otro cigarro, le das un par de caladas y volvemos a empezar.
Quieres beber y hablar y todo a la vez, así que sueltas el cigarrito en el cenicerito y ...SORPRESAAAAAA! Coño! Éste es mío?
Así que acabas con una conversación sobre como hacer un candado y no morir en el intento, bebiéndote un cubata que parece que el cubata se te esté bebiendo a tí y con dos cigarros en el cenicero.
Solución:
Al primero que pillas de los vip´s a mano, le sueltas uno de los dos cigarrotes, continuas fumándote el que queda y la noche continua, "pa lante como los burros!"
Esto pasa, y pasa más de lo que nos pensamos!
Pero es que el mundo del fumador es todo un mundo.
Hay momentos en los que no sabemos ser sin un cigarro y es acojonante porque podríamos pasarnos la vida fumando como podríamos dejarlo cuando quisiéramos.
Eso sí, somos chulos a reventar:
Esto!?¿?!?¿?!Esto lo dejo yo cuando quiera! Pero es que no quiero dejarlo!
Ea! Ahí queda eso!
Es como decir yo?, en cuanto quiera ser rico me toca la lotería!
Un poquito de por favor!
Y luego somos la repanocha porque si nos pasamos ocho horas metidos en un coche en el que no se fuma, pues no se fuma y no pasa nada!
Que en el curro no se fuma? Pues no se fuma otras ocho horas y no pasa nada!
Ahora, a la que sales del coche o del curro, estas deseando recuperar el tiempo perdido y es un no parar, enciendes el siguiente cigarro con el que aun no has apagado!
Joder! Somos la leche!
Y luego están los que no fuman, los que no fuman y te tocan los cojones!, con sus tosescillas y sus garraspeos de garganta, a las que les llega el humillo a un kilómetro de la pituitaria.
Pero este es otro tema en el que no voy a entrar porque una vez fui no fumadora y se comprende, muncho!
Me voy ya, que como siga escribiendo no voy a parar y luego me dicen que da pereza leer mis entradas…
Pandilla de vagos todos! Fumadores teníais que ser!!!

4 comentarios:

Sr. Troncoso dijo...

Si es verdad, esta muy de moda eso de hablar del candado.

Y por lo de las entradas largas no te preocupes asi me ayuda a aprender a leer de una vez que ya toca.(Ya se distinguir las vocales)

piel de papel dijo...

Puedo firmar yo esta entrada???
Porfi, porfi!!!

Me mola mucho lo que dices sobre la adicción. Es curioso, te puedes pasar horas en los transportes públicos y no fumar y lo que es mejor... no te acuerdas del tabaco!!!
Ahora: al llegar al lugar de destino, sales del metro y... QUE ASCO ME DOY!!!
Formo parte de esa ingente masa de seres que se encienden un cigarro subiendo las escaleras que dan a la calle, el mundo exterior... LA LIBERTAD!!!

Hola, me llamo Piel de papel y soy adicto al tabaco!!!

lafilladelvent dijo...

solo decir que anoche me fumé un marlboro a tu costa,cuando te dije,pero si este cigarro es tuyo,pa qué te enciendes otro!!y lo mejor no es fumar de gratis,no,es verte la cara!!

Imaginari dijo...

Por culpa del tabaco, no tengo recuerdos de aquellos que me amaron y no pude devolverles ese amor, esto me duele más que cualquier herida.